Estamos en los meses en los que entre el Día del Libro en abril y la Feria del Libro en mayo surgen multitud de noticias y reflexiones sobre el hábito saludable de la lectura y queremos dedicar en este blog una reflexión a su clara conexión con el éxito empresarial.
Es habitual en el mundo anglosajón que cuando un empresario ha tenido una trayectoria de éxito acabe escribiendo un libro o autorizando que otro lo haga, intentando contar cuales han sido las claves de su trayectoria. En esto hay una parte de ego, pero no nos engañemos, también una gran parte de legado, de responsabilidad para con la sociedad, sobre todo para ayudar e inspirar a otros a conseguir sus propios retos. De este modo una generación alimenta a la siguiente.
En España, por desgracia no es tan habitual esta sensación de “obligación” para con los siguientes entre los triunfadores. Precisamente, el otro día en la entrega de unos premios al mejor libro de empresa (Premios Knowsquare ) un importante editor español comentaba que su mayor sueño sería editar unas memorias de Amancio Ortega en las que se contara su trayectoria y su pensamiento desde un modesto comercio en Galicia a una de las multinacionales más admiradas del mundo, pero que tenía poca esperanza en ello.
Una de las razones para esta falta de libros de empresarios españoles de éxito es que en España se lee poco, un 38,2% no lee nunca o casi nunca
Una de las razones para esta falta de libros de empresarios españoles de éxito es que en España se lee poco, un 38,2% no lee nunca o casi nunca según el barómetro de la Federación del Gremio de Editores de España presentado recientemente. Este leer poco también afecta a nuestros empresarios, la mayor parte de ellos aduce falta de tiempo como la razón principal, y si se lee poco también es lógico que se escriba poco siendo una de las razones por las que padecemos esta carencia de buenos libros de referencia empresarial en España.
No somos verdaderamente viejos hasta que no empezamos a sentir que ya no tenemos nada nuevo que aprender
Precisamente en estos día apareció en El Confidencial una tribuna de Daniel Romeu-Abreu fundador de Thinking Heads con el sugerente título de “Leer, el gran secreto de éxito del capitalismo chino” . En el artículo se decía que en China “Crecer profesionalmente ya no tiene como objetivo único hacerse rico a toda costa. Empresarios y directivos quieren sofisticarse, refinarse y mejorar sus cualidades como líderes, pero también quieren responder a cuestiones básicas para el futuro de la economía nacional”
La clave que han encontrado para conseguir esto ha sido: leer más, especialmente los empresarios, tal y como resalta el artículo: “Esta necesidad de encontrar el rumbo de la economía china para el futuro se ha materializado en el fomento de la lectura entre el empresariado, particularmente de las lecturas de no ficción: ensayos políticos, divulgación científica, literatura empresarial y manuales de desarrollo personal y profesional están en los despachos y en las carteras de los dirigentes del país”.
Leer activa, más que cualquier otra actividad el conjunto de nuestro cerebro, refuerza las habilidades sociales y reduce el nivel de estrés del lector
Como además no se trata solo de leer en solitario, sino de debatir ideas para obtener lecciones compartidas, se han creado, por iniciativa privada, clubes de lectura entre empresarios, el más relevante es The Winnerbook club cuyos debates han saltado a la tv con audiencias de más de cien millones de espectadores. La idea es convertir la palabra escrita en reflexión útil. En España existe una iniciativa similar entre empresarios desde hace 12 años (la ya citada Knowsquare), pero que no ha conseguido todavía una proyección relevante en la sociedad.
Además, por si estos ejemplos anglosajones o chinos no fueran suficientes razones, también tenemos las que provienen de la neurociencia y que nos indican que leer activa, más que cualquier otra actividad el conjunto de nuestro cerebro, refuerza las habilidades sociales (genera empatía con personajes con diferentes modos de vida y pensamientos a los nuestros) y reduce el nivel de estrés del lector, algo muy de agradecer para un empresario.
Se suele decir que no somos verdaderamente viejos hasta que no empezamos a sentir que ya no tenemos nada nuevo que aprender. Por tanto, para un rejuvenecimiento de nuestra clase empresarial, ¡leamos más!