Después de una semana de grandes anuncios sobre la IA en la conferencia de Nvidia y un primer trimestre plagado de tendencias visionarias, datos de adopción y recetas de implementación, es reconfortante tener un #Diálogos10X en Interacso Alicante, para hablar con franqueza y en confianza sobre las ventajas y los bloqueos en la adopción de la IA dentro de las organizaciones.
Empresas y especialistas estuvimos de acuerdo en que la Inteligencia Artificial, usada con sensatez, puede traer mayor bienestar a las organizaciones. Además, estamos en el momento preciso para ello, porque como dijo Óscar del Río, “la tecnología está disponible, al alcance de todos, y la velocidad con la que están surgiendo los avances es vertiginosa”. Si con la tecnología de la que disponíamos la productividad aumentaba de manera lineal, con los nuevos modelos de IA, el crecimiento es exponencial.
Lo que hemos llamado “trabajo aumentado”, no es más que la relación equilibrada entre la IA y las personas. La Inteligencia Artificial eleva las capacidades de los equipos, les ayuda a superar más rápidamente el momento de la “hoja en blanco”, analizar grandes cantidades de información, a validar el trabajo realizado -incluso ofreciendo consejos para su mejora- y, por supuesto, a tener más tiempo libre, disfrutar más de lo que hacemos y volcarnos en tareas significativas como el análisis y la resolución de problemas.
Santiago Colomo ilustró con un ejemplo el resultado de una buena aplicación de la IA. Santiago añadió a un chat de IA las fotos de 3 menús de restaurantes de arroz y comenzó a hacerle preguntas sobre las ofertas. La IA iba respondiendo de inmediato tras un análisis comparativo. “¿Y si en lugar de fotos a baja resolución de las cartas de un chiringuito, analizamos informes en PDF o los datos estructurados de una hoja de Excel? Sin duda estaríamos literalmente hablando con nuestra base de datos en lenguaje natural. Esto es el trabajo aumentado” comentó Santiago.
En todo caso, es fundamental abrir un período de experimentación contando con las personas para detectar dónde y cómo la IA puede ayudarles, y preguntarles por su utilización después de implementada. Es muy importante que la adopción de IA no limite las capacidades de los equipos, sino que complemente y expanda sus habilidades.
La buena noticia es que todas y cada una de las organizaciones presentes están pensando en ello. Algunas de ellas están al inicio del camino, otras en fase de experimentación con algunas pruebas de concepto, incluso hay empresas que ya tienen modelos en producción. De su experiencia, el mayor bloqueo lo refleja la cultura de la organización. ¿Por dónde empezar? ¿Cuál es el camino?
Google por su parte mostró la fuerte apuesta por la IA con servicios tales como Gemini “liberamos modelos OpenSource como Gemma para contribuir al crecimiento de casos de aplicación en múltiples escenarios” expresó Carlos de Antonio.
Por supuesto, surgió la pregunta: ¿Puede la IA destruir tantos empleos? En momentos de grandes revoluciones, esta duda es natural. Santiago fue claro: “¿Destruyó el lanzamiento del automóvil el trabajo de los carreteros? Más bien nació el oficio de taxista”. En esencia, el mercado laboral evolucionará, no se extinguirá. Hay algo positivo de lo que pocas veces se habla y es que las nuevas herramientas tecnológicas están derribando las barreras, es decir, no es necesario saber de código para programar, aunque sí hace falta el conocimiento técnico y analítico para elegir las herramientas, ensamblarlas y ponerlas a funcionar. Si la pasada ola de transformaciones fue liderada por los programadores y desarrolladores, la gran revolución de la IA está liderada por equipos multidisciplinarios de negocio, recursos humanos, finanzas… Es el conocimiento especializado unido al técnico en la IA, lo que está arrojando las nuevas ideas.
La IA tiene la capacidad quirúrgica de resolver problemas específicos en tiempos muy cortos, expuso Dioni Nespral. Sin embargo, las empresas de tecnología deben adoptar un enfoque de acompañamiento y escucha, para saber gestionar la velocidad de implantación, construyendo soluciones que vayan escalando a medida que las organizaciones se vayan sintiendo preparadas.