El 2016 se estrenó «La llegada» una película que tuvo gran impacto, para muchos es una obra cumbre de la ciencia-ficción. Planteaba los esfuerzos por comunicarse entre unos alienígenas que habían aparecido en la Tierra en 12 extrañas naves y un conjunto de humanos dirigidos por una lingüista y un científico. Todo esto ante la suspicacia de los militares que tenían rodeadas las naves y que no se fiaban. Por suerte fue una película que no se resolvió a tiros como tantas otras, sino con la magia de la comprensión entre unos y otros a través del entendimiento de su lenguaje.
La tesis a la que se adhiere este relato es que existe una estrecha relación entre el lenguaje, el pensamiento y la realidad. De este modo, sumergirse en un determinado lenguaje puede modificar la estructura y la función del cerebro. Un artículo de Investigación y Ciencia con el título “La llegada o cómo el lenguaje construye realidades” lo explicaba relacionándolo con la hipótesis de Sapir-Whorf en el campo de la neurolingüística y que afirma que «la cultura, mediante el lenguaje, afecta a nuestra manera de pensar, en especial nuestra forma de clasificar el mundo que percibimos».
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