Es frecuente escuchar que para sobrevivir a la incertidumbre y aceleración propias del mundo en el que vivimos, las empresas deben mantenerse relevantes, actualizadas en sus servicios o productos, ser ágiles para actuar y dispuestas a innovar constantemente.
Puede que la realidad no siempre sea así. Se requieren cambios -de mentalidad y de modelo- que las empresas van realizando de manera gradual, transformando desde dentro su negocio principal o creando nuevas empresas que puedan moverse con libertad fuera de las grandes estructuras.
Aunque ninguna organización tiene la fórmula del éxito asegurada, el compromiso de Interacso es el de seguir siendo coherentes con los principios que le movieron como startup. Es lo que comenta Óscar del Río, CEO de la organización, en una charla mantenida en la Radio de la Universidad de Alicante.
Preservar la virtud del movimiento y la velocidad posibilita el crecimiento propio y también impulsa a nuestros clientes en sus planes de digitalización:
Velocidad y adaptabilidad. Desde hace 11 años Interacso ha mantenido la cualidad de moverse rápido y adquirir antes las tendencias que van apareciendo en el horizonte. Nació con la intención de crear productos propios para lanzarlos al mercado, y gracias a estas iniciativas adquirió formas de trabajo novedosas para el momento, como la filosofía Lean o el trabajo remoto para tener acceso a un mejor talento. Este atributo de mirar siempre lo que viene, cobra aún más valor como socio de las grandes corporaciones, porque les otorga la agilidad que muchas veces no pueden tener de forma inmediata, bien sea para crear nuevos productos, como lo ha hecho el RACC, o incluso para abrir nuevos mercados mucho más rápido, como es el caso de Clear Channel.
El conocimiento constante alimenta la cultura orientada al cambio y los resultados
Curiosidad y conocimiento. Como comenta Óscar entendemos a las empresas como organismos de aprendizaje, que deben comprender constantemente las dinámicas del mercado y al mismo tiempo entrar de lleno en el negocio de cada cliente. Si además este conocimiento está impulsado por la habilidad necesaria para crear prototipos e iterar hasta transformar cualquier idea en un resultado tangible y sólido, esa empresa se convierte el mejor socio estratégico que se puede tener. El conocimiento constante alimenta la cultura orientada al cambio y los resultados, pero también la confianza de los clientes a los que se acompaña de estar tomando decisiones basadas en la sensatez.
Inconformismo e innovación. La mejor forma de preservar el espíritu fundador es atraer talento diverso y empoderar al equipo a través de la cultura de la exploración, de la autonomía y de una organización multifuncional. En ese sentido las personas del team son los mejores herederos del compromiso de asumir grandes riesgos.
Un equipo que no abandona la “mentalidad de empresa nueva” a lo largo de su desarrollo, evoluciona la experiencia de sus líderes, trabajando como ellos en la implementación rápida de prototipos digitales, en plazos restringidos para obtener resultados y evolucionarlos o hacerlos girar si hace falta. De esa visión arriesgada y trabajo de mejora constante surge la innovación.
Aquí podemos escuchar la conversación mantenida por Óscar en el programa Innovadores en Acción.